Desgraciadamente, esta fue otra sesión a la que no pude acudir y que me hubiera gustado mucho recibir. Como alguna anterior, Andrea Matías me ha contado su transcurso lo que se hizo ese día, por lo que procedo a resumirlo como buenamente pueda.
Aunque ya se había explicado en otra sesión, se comenzó viendo la disposición de los pentagramas en partituras como las del piano, donde se ha de tocar con las dos manos. Para unirlas, se coloca una clave que lo unta de dos en dos, formando un sistema, como muestro en la siguiente imagen:
A continuación, se tomó el resto de la sesión para una familiarización con la guitarra y cómo se ha de tocar. Lo primero es saber cuántas cuerdas tiene una guitarra y cuántos trastes. La guitarra tiene seis cuerdas, dos más que violines, violas etcétera, y diecinueve trastes. Para aprender a tocar la guitarra, es importante saber que si tocamos cada cuerda sin ser pulsado ningún traste, nos da una serie de notas, que son, de la cuerda más grave a la más aguda las siguientes: E A D G B E
Hemos de recordar aquí la otra nomenclatura de las notas, que es a lo que hace referencia esas letras.
Como sucede en el piano entre teclas correlativas, cada traste que avanzamos se corresponde con medio tono, ya sea hacia el cuerpo (más agudo) o hacia el clavijero (más grave). Recordamos que entre MI y FA solo hay medio tono, al igual que entre SI y DO (blancas juntas en el piano).